Es una gema semi preciosa que ayuda a conectarse con la esencia, con la verdad y entendimiento de uno mismo, abriendo nuestra mente.

Entrega claridad y foco en los objetivos. Además, es amplicador  y estabilizador de la energía.

Es la  piedra del amor incondicional y la paz infinita. Nos ayuda a conectarnos con nuestro autocuidado y auto respeto, o sea con el amor hacia nosotros mismos.

Esto nos permite poner límites sanos, priorizándonos, y entendiendo que el amor siempre parte por uno mismo.

Ayuda a integrar la vulnerabilidad y aceptar nuestro aspecto femenino.

Además, tiene propiedades calmantes y relajantes, ya que su energía sanadora permite dominar nuestras emociones y tenerlas bajo control, en lugar de reprimirlas o expresarlas de manera inadecuada.

Sirve para acallar la mente ya que evita la sobre racionalización de las cosas, propiciando la conexión con nuestra intuición.

Por consecuencia, al acallar nuestra mente, combate el insomnio y aporta un sueño reparador.

Es una piedra altamente protectora de las energías negativas y es una excelente ayuda para despertar la conciencia del espíritu interior, las habilidades psíquicas y la intuición. Propicia el autodescubrimiento. También, ayuda a enfrentar los cambios, entregando fortaleza para perseverar y tener éxito.

Esta piedra es principalmente una fuente de protección ya que atrae magnéticamente las vibraciones negativas y las disuelve, transformando las malas intenciones y protegiendo a la persona que la lleve. Además, nos ayuda a asentar la energía, anclándonos en el aquí y el ahora, dándonos la posibilidad de estabilizarnos para poder avanzar sin miedos.